Cuando deciden abrir un negocio, muchos emprendedores tienen un sueño: alcanzar su independencia financiera. Pero si eres el dueño de la empresa, ¿cómo calcular el valor real de tu trabajo? Éste es un punto importante para mantener sanas las finanzas de una compañía, sobre todo durante los primeros años.
En principio, tu sueldo dependerá de lo que gastas para vivir, tu situación financiera actual y los ingresos que necesitarás a mediano y largo plazo. Por lo tanto, el primer factor a considerar es saber cuáles son tus gastos personales para después identificar las áreas de oportunidad para el ahorro. Una vez calculadas estas cantidades te resultará más sencillo determinar cuánto debes ganar.
Hay dos errores comunes que debes evitar: asignarte un pago que tu empresa difícilmente pueda solventar y llevar los ingresos del negocio íntegros a tu cuenta personal.Por otro lado, privarte de una paga por tu trabajo no sólo hará que te desesperes pronto, sino que parecerás poco profesional ante tus posibles socios. En ese sentido, se recomienda ser cauteloso y realista.
Haz una lista integral de tu gasto anual lo más detallada posible, así tendrás una idea más clara de cómo y en qué gastas. Atención: si caes en números rojos, hay muchas posibilidades de que tu negocio también lo haga.
Determina cuánto vales
Una vez que hayas finalizado el cálculo de tus gastos mensuales, contarás con una base para determinar a cuánto debe ascender tu sueldo. Aunque hay variables que resulta complicado medir, como la inversión en tiempo, la preparación académica o la experiencia laboral.
Existen dos métodos para calcular tu valor en el mundo laboral:
1. Valor en el mercado abierto. Dados tus conocimientos y destrezas, ¿cuánto te pagaría un empleador? Aunque ese salario no toma en cuenta el tiempo adicional invertido en arrancar tu negocio, no hay que dejar de lado el ingreso que estás sacrificando para emprender como un punto de referencia útil para determinar tu sueldo.
2. Compañías similares. ¿Cuánto se pagan a sí mismos los dueños de empresas (de tamaño similar a la tuya) en la misma industria y región geográfica? Para obtener salarios comparables, consulta a otras personas que se encuentren en la misma situación que tú o pide asesoría en las cámaras o asociaciones locales.
Hay que advertir que ninguno de estos métodos considera el trabajo adicional que estarás asumiendo como propietario ni el riesgo que trae consigo comenzar un negocio. Por eso, algunos emprendedores agregan a su primer sueldo entre un 3 y un 5% para compensar las responsabilidades extra y el riesgo. O bien, hay quienes quedan satisfechos con la idea de que el éxito a largo plazo de su empresa compensará los contratiempos.
Piensa siempre en tu negocio
Ya que sepas cuánto necesitas para llevar una vida tranquila y cuál es el salario que mereces, llegó el momento de cotejar las cifras con las finanzas reales de tu empresa. Para ello, necesitas revisar la proyección de flujo de efectivo en tu plan de negocios y asegurarte de que está entrando suficiente dinero como para cubrir tu propio esquema y otros gastos de operación.
En un plano hipotético, tu flujo de efectivo debería reportar un excedente considerable para pagar tu salario a precios del mercado, reinvertir fondos en la compañía y dejar un pequeño margen de error. Desafortunadamente, la historia de varios emprendedores inicia con déficit, por un lapso que puede ir de seis meses a dos años. El consejo es empezar con el rango de salario mínimo y cuando pase la prueba del periodo de arranque, considerar un posible aumento con base en el crecimiento del mercado.
Otra opción para que tu sueldo se vuelva un aliciente y no lo padezcas es diseñar un esquema de comisiones. Es decir, a tu salario mínimo podrás sumarle una cantidad a cuenta de nuevos clientes y cierre de tratos. Además de que te motivará a trabajar más para ganar un ingreso extra, ayudarás al desarrollo de tu empresa. Estas comisiones serán como una recompensa por el esfuerzo.
También podrías, por ejemplo, decidir que cuando tu negocio alcance números negros tomarás un porcentaje de las utilidades cada trimestre fiscal como bono. Esta cifra puede variar, dependiendo de las metas que como propietario hayas fijado, las necesidades financieras personales y la filosofía de reinvertir las ganancias de la compañía.
Iniciar un negocio requiere de mucha paciencia y algunos sacrificios. Por lo que el consejo es que pongas en práctica la idea de invertir algunas utilidades para aspirar a mediano plazo a un sueldo como el que tendrías en caso de ser empleado. En el momento en que tu compañía empiece a reportar ganancias, habrá llegado la hora de reevaluar tu sueldo. Por lo general, esto se traduce en un incremento salarial equivalente en porcentaje a la tasa de crecimiento anual del negocio.
Sin embargo, al igual que con tu estructura de bonos, no existe una ecuación de oro para determinar el aumento apropiado. Deberás calcularlo de acuerdo con la naturaleza de tu industria y las metas de tu empresa.
Sea cual sea la decisión que tomes durante la primera etapa de tu negocio, revisa tu compensación cada seis meses pues, conforme evolucione, el modelo de flujo de efectivo y necesidades de capital podrían cambiar de forma drástica. De este monitoreo dependerán los ajustes a tu sueldo, mismos que deben ir a favor tanto de la organización como de tus finanzas personales.
Fuente: http://www.soyentrepeneur.com/
En principio, tu sueldo dependerá de lo que gastas para vivir, tu situación financiera actual y los ingresos que necesitarás a mediano y largo plazo. Por lo tanto, el primer factor a considerar es saber cuáles son tus gastos personales para después identificar las áreas de oportunidad para el ahorro. Una vez calculadas estas cantidades te resultará más sencillo determinar cuánto debes ganar.
Hay dos errores comunes que debes evitar: asignarte un pago que tu empresa difícilmente pueda solventar y llevar los ingresos del negocio íntegros a tu cuenta personal.Por otro lado, privarte de una paga por tu trabajo no sólo hará que te desesperes pronto, sino que parecerás poco profesional ante tus posibles socios. En ese sentido, se recomienda ser cauteloso y realista.
Haz una lista integral de tu gasto anual lo más detallada posible, así tendrás una idea más clara de cómo y en qué gastas. Atención: si caes en números rojos, hay muchas posibilidades de que tu negocio también lo haga.
Determina cuánto vales
Una vez que hayas finalizado el cálculo de tus gastos mensuales, contarás con una base para determinar a cuánto debe ascender tu sueldo. Aunque hay variables que resulta complicado medir, como la inversión en tiempo, la preparación académica o la experiencia laboral.
Existen dos métodos para calcular tu valor en el mundo laboral:
1. Valor en el mercado abierto. Dados tus conocimientos y destrezas, ¿cuánto te pagaría un empleador? Aunque ese salario no toma en cuenta el tiempo adicional invertido en arrancar tu negocio, no hay que dejar de lado el ingreso que estás sacrificando para emprender como un punto de referencia útil para determinar tu sueldo.
2. Compañías similares. ¿Cuánto se pagan a sí mismos los dueños de empresas (de tamaño similar a la tuya) en la misma industria y región geográfica? Para obtener salarios comparables, consulta a otras personas que se encuentren en la misma situación que tú o pide asesoría en las cámaras o asociaciones locales.
Hay que advertir que ninguno de estos métodos considera el trabajo adicional que estarás asumiendo como propietario ni el riesgo que trae consigo comenzar un negocio. Por eso, algunos emprendedores agregan a su primer sueldo entre un 3 y un 5% para compensar las responsabilidades extra y el riesgo. O bien, hay quienes quedan satisfechos con la idea de que el éxito a largo plazo de su empresa compensará los contratiempos.
Piensa siempre en tu negocio
Ya que sepas cuánto necesitas para llevar una vida tranquila y cuál es el salario que mereces, llegó el momento de cotejar las cifras con las finanzas reales de tu empresa. Para ello, necesitas revisar la proyección de flujo de efectivo en tu plan de negocios y asegurarte de que está entrando suficiente dinero como para cubrir tu propio esquema y otros gastos de operación.
En un plano hipotético, tu flujo de efectivo debería reportar un excedente considerable para pagar tu salario a precios del mercado, reinvertir fondos en la compañía y dejar un pequeño margen de error. Desafortunadamente, la historia de varios emprendedores inicia con déficit, por un lapso que puede ir de seis meses a dos años. El consejo es empezar con el rango de salario mínimo y cuando pase la prueba del periodo de arranque, considerar un posible aumento con base en el crecimiento del mercado.
Otra opción para que tu sueldo se vuelva un aliciente y no lo padezcas es diseñar un esquema de comisiones. Es decir, a tu salario mínimo podrás sumarle una cantidad a cuenta de nuevos clientes y cierre de tratos. Además de que te motivará a trabajar más para ganar un ingreso extra, ayudarás al desarrollo de tu empresa. Estas comisiones serán como una recompensa por el esfuerzo.
También podrías, por ejemplo, decidir que cuando tu negocio alcance números negros tomarás un porcentaje de las utilidades cada trimestre fiscal como bono. Esta cifra puede variar, dependiendo de las metas que como propietario hayas fijado, las necesidades financieras personales y la filosofía de reinvertir las ganancias de la compañía.
Iniciar un negocio requiere de mucha paciencia y algunos sacrificios. Por lo que el consejo es que pongas en práctica la idea de invertir algunas utilidades para aspirar a mediano plazo a un sueldo como el que tendrías en caso de ser empleado. En el momento en que tu compañía empiece a reportar ganancias, habrá llegado la hora de reevaluar tu sueldo. Por lo general, esto se traduce en un incremento salarial equivalente en porcentaje a la tasa de crecimiento anual del negocio.
Sin embargo, al igual que con tu estructura de bonos, no existe una ecuación de oro para determinar el aumento apropiado. Deberás calcularlo de acuerdo con la naturaleza de tu industria y las metas de tu empresa.
Sea cual sea la decisión que tomes durante la primera etapa de tu negocio, revisa tu compensación cada seis meses pues, conforme evolucione, el modelo de flujo de efectivo y necesidades de capital podrían cambiar de forma drástica. De este monitoreo dependerán los ajustes a tu sueldo, mismos que deben ir a favor tanto de la organización como de tus finanzas personales.
Fuente: http://www.soyentrepeneur.com/
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